sábado, 26 de septiembre de 2009

Historia de un elefante

¿No os habéis preguntado nunca, por qué un elefante no se escapa de su atadura?
Yo nunca había pensado en ello; hasta que un día, hablando con mi amigo Enrique me lo puso de ejemplo en una conversación, amena os lo aseguro.
Veréis, al elefante de pequeño lo atan con una cuerda, de unas dimensiones,que a mi parecer son más bien cortas, bueno, lo atan de una pata a una estaca clavada en el suelo a muy pocos centímetros de profundidad; claro a esa edad no tiene fuerzas suficiente para soltarse de su atadura por mas que lo intente;conforme va pasando el tiempo se rinde y cuando llega a su madurez ni siquiera lo intenta. ¿Os imagináis que un animal de esas dimensiones y con la fuerza suficiente para derribar arboles, no pueda soltarse de su atadura?
¿Qué es lo que pasa? Pues bien, se ha habituado a vivir así.
Este era, el tema de nuestra conversación; De que a las personas nos pasa lo mismo que a los elefantes, a lo largo de nuestra vida vamos creando hábitos, de los cuales pensamos que no podemos soltarnos, cosa que no es cierta, al igual que, ellos, tenemos la fuerza suficiente para soltar las amarras, pero,,,,aquí biene, el "quid" de la cuestión.
¿Porqué no lo hacemos? ¿Por qué seguimos y seguimos amarrados de una pata o de cuerpo y alma, cuando de un zarpazo nos podemos soltar?
Yo pienso, que es por miedo a los cambios,la incertidumbre de no saber lo que nos vamos a encontrar una vez liberados.
Por otro lado también están los apegos que tenemos a las cosas que nos rodean y que decir de los seres queridos, pensamos que no seremos capaces de seguir adelante sin ellos o que ellos no lo harán sin nosotros.
Muy verdad es, o por lo menos yo lo creo así, que cuando una situación, una persona o cualquier cosa que te puedas imaginar, te molesta o no te sientes a gusto con ella, tu destino te esta diciendo a gritos que eso, lo que sea, ya ha cumplido su misión en tu vida y que es hora de que te liberes de ello; Nada nos pertenece de por vida.

"No seamos elefantes"

"Hay que saber cabalgar sobre el viento"

2 comentarios:

  1. Creo que el materialismo puede más que la incertidumbre. Acostumbrarse a un cierto bienestar, a un estatus, lleva a algunas personas a soportar lo indecible.
    También está el "qué dirán".
    Por supuesto que nada nos pertenece, todo es prestado y transferible.
    Bonita entrada, besitos.

    ResponderEliminar
  2. Es cierto, nos acostumbramos a estar atados a una fina cadena, estamos tan acostumbrados a llevarla que cuando intentamos romperla nos resulta imposible. Sería tan facil...

    ResponderEliminar