domingo, 5 de julio de 2009

El fruto de la cosecha


_Mama te vamos a llevar a un sitio donde vas a tener muchas amigas y lo pasaras muy bien.

Le decia su hijo el mayor.

_Lo hemos decidido entre mis hermanos y yo.

La madre se lleno de emocion,al pensar que sus hijos le habian pagado aquel viaje que ella tanto soñaba durante toda su vida.

Preparo la maleta,se monto en el coche se su hijo y le pregunto;

_¿Donde ire en avion o en tren?

_Dentro de un momento lo veras.Le contesto.

Al cavo de un rato de viaje,el coche se paro enfrente de un edificio muy bonito.

La señora quedo sorprendida cuando leyo en la puerta.

"BIENVENIDOS A LA RESIDENCIA DE ANCIANOS"

No podia creer lo que estaba viendo con sus propios ojos.

_Vamos mama.le dijo su hijo._nos estan esperando.

Ella cogio su maleta y se limito a obedecer.

Cuando se dio cuenta estaba en una habitacion fria y vacia,no podia comprender,como habia llagado hasta alli.

En la soledad de aquella habitacion pensaba ¡Dios mio! que he echo mal,yo he sido una madre dedicada a mis hijos,he sacrificado todo por ellos ¡cuantas noches en vela! cuando alguno enfermaba.

Al pensar esto resbalaban lagrimas de amargura por su cara,llena de arrugas por el paso del tiempo.

Ella no reprochaba nada,vivia resignada,sabiendo que alli terminaria los ultimos años de su vida.

Cuando se juntaba con sus compañeras de asilo,repasaba las fechas de nacimiento de sus hijos y esperaba con ansiedad las tardes de domingo para poder verlos,tan solo media hora que duraba la visita,era el unico momento en el que se sentia feliz.

3 comentarios:

  1. Carmen, es un relato muy bonito, real como la vida misma.
    TE FELICITO.

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  2. Gracias Mª Jesus esto lo escribi cuando me decidi a hacer el curso de Geriatria.

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  3. Se que tienes una gran sensibilidad con los mayores, y que has sufrido mucho cuando trabajabas en la residencia.
    Aunque son muchos los ancianos a los que sus familias cuidan en casa, desgraciadamente, quizás sean más a los que les ocurra ésto.
    Besitos, y sigue escribiendo de lo ue sea, ero escribe.

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